El año de los peajes caros

Los peajes son un tema central en el transporte por carretera y su coste es un factor decisivo para la competitividad. En el próximo período, podemos esperar numerosos aumentos de precios que inevitablemente afectarán las operaciones y la liquidez de las empresas de transporte. La reforma del sistema de cobro de peajes para camiones en Alemania entró en vigor el 1 de diciembre de 2023, lo que supuso unos costes significativamente mayores. A pesar de la fuerte oposición del sector del transporte y la logística y de las advertencias de que el aumento de precios arrastraría a muchas pequeñas y medianas empresas al abismo, las autoridades no se desviaron del rumbo previsto.
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¿Lo que realmente pasó? En resumen, el punto más doloroso de los cambios adoptados es el "impuesto al CO2": el sistema de peajes se reformó para vincular el importe del peaje a las emisiones de dióxido de carbono. Esta obligación surge de la necesidad de implementar la Directiva Europea Euroviñeta modificada (que mencionaremos un poco más adelante). Sin embargo, los expertos señalan que el precio de 200 euros por tonelada de CO2 en Alemania es excepcionalmente alto, teniendo en cuenta que el valor de referencia de la UE está fijado en 100 euros por tonelada.

Si estas cifras suenan abstractas, aquí hay una mucho más clara: los peajes para un camión típico de larga distancia aumentan en más del 80%. Aquí hay otra: la Cámara de Comercio e Industria de Alemania (DIHK) estima que esto supondrá una carga adicional para la economía del país de 7.600 millones de euros adicionales al año. Aunque los cambios se introdujeron para acelerar la descarbonización y alentar a los transportistas a utilizar vehículos ecológicos, los expertos sostienen que se eligió el peor momento posible. La economía alemana está cayendo en recesión este año, las compañías aéreas operan con márgenes extremadamente bajos y los precios del combustible son inestables.

El hecho de que la Asociación Federal de Transporte por Carretera, Logística y Eliminación de Residuos (BGL) haya lanzado la mayor campaña mediática de la última década para impedir el aumento de peajes anunciado dice mucho de la importancia de esta cuestión. "Queremos mostrar al público lo importante que es el transporte por camión para la sociedad en su conjunto, queremos que los ciudadanos comprendan cómo llegan en camión las mercancías que utilizan a diario", afirmó BGL, pero fue en vano.

Un nuevo modelo en Austria y Hungría

Al igual que Alemania, Austria implementará un nuevo sistema de cobro de peajes a partir de principios de 2024. Los parámetros considerados al calcular los peajes para vehículos de mercancías y camiones son el número de ejes, la clase de emisiones del vehículo y las emisiones de CO2 que produce. Según las estimaciones actuales, los aumentos de precios oscilan entre el 1% y el 11%.

Hungría también ha anunciado cambios similares para el nuevo año. Se tendrán en cuenta cuatro factores: el número de ejes del vehículo de mercancías (con la nota de que la división por el número de ejes ha cambiado respecto al sistema actual), las vías por las que circulará (autopistas o autopistas), la circulación dentro o fuera de los asentamientos, y la categoría de emisiones del vehículo. En función de estos parámetros se definen los costes por contaminación atmosférica, infraestructuras, ruido y emisiones de CO2 producidas por el vehículo, que deberá pagar el transportista.

Directiva Euroviñeta

En materia de peajes, además de que los transportistas suelen sufrir dolores de cabeza por sus precios y por el propio sistema de cobro de peajes, la cobertura de usuarios, así como la cobertura de carreteras, es bastante confusa. Como sabemos, los peajes no funcionan de la misma manera en todos los países europeos.

El objetivo de las mencionadas modificaciones de la Directiva Euroviñeta, que entrarán en vigor progresivamente desde la primavera de 2024 hasta 2027, es cobrar peajes más altos a los camiones que contaminan más y ponérselo más fácil a los que contaminan menos o nada. Por tanto, todos los países europeos tendrán que incorporar algún tipo de impuesto al CO2 en el precio en un momento determinado.

Liquidez: la cuestión de todas las preguntas

¿Qué efectos podría producir todo esto en última instancia? Es probable que los mayores costos para los transportistas tengan que trasladarse a los precios del transporte, y estos luego se transferirán al usuario final, es decir, al consumidor. Cuando se trata de la transición a los camiones ecológicos (que también era la intención de los legisladores), existe incertidumbre. Podría ocurrir lo contrario si, debido al aumento de los costes, las empresas tuvieran menos dinero disponible para comprar camiones con propulsión alternativa.

Sin embargo, es importante no olvidar que la industria del transporte es un "nuez dura" que ha demostrado su resiliencia y capacidad para encontrar soluciones en diversas crisis a lo largo de los años. Lo que es seguro es que las empresas tendrán que cuidar aún más su liquidez en este camino, y sistemas como invoitix pueden ser un poderoso aliado.

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